Marketing Político
Para
avanzar en el conocimiento del marketing político debes comenzar por el
principio. Esta introducción es el día 1 del mes 01, el comienzo de todo. Es el
punto de partida para conocer por dentro el marketing político, una disciplina
polémica pero esencial para partidos políticos, candidatos, campañas
electorales y gobiernos.
¿Qué es
el marketing político?
El
marketing político es un sistema heterogéneo de teorías, prácticas, métodos y
técnicas que ayuda a las organizaciones políticas a comprender el mercado
electoral y a operar con mayor eficacia dentro del mismo. Sus claves son la
investigación, la estrategia y la comunicación política.
La
profesionalización de las campañas políticas, tanto electorales como
partidarias o gubernamentales, se relaciona de modo directo con la creciente
influencia del marketing político y de los consultores políticos y otros
profesionales ligados a la disciplina.
El Dr. Luis
Costa Bonino lo define en los siguientes términos:
“El marketing político es un método para hacer buenas campañas. Sus componentes son la ciencia política, la sociología electoral y la comunicación. Sus desavenencias con el marketing comercial son más fuertes que sus afinidades. Se conoce de él mucho más el mito que el método. No es cierto que el marketing político construya campañas vacías y cosméticas, centradas en la apariencia. Por el contrario, las campañas que hacen los buenos consultores tienen poderosos contenidos, guardan muy celosamente las identidades históricas de los partidos, respetan la personalidad de los candidatos y proponen ofertas razonables y orientadas al desarrollo de los países.”
“El marketing político es un método para hacer buenas campañas. Sus componentes son la ciencia política, la sociología electoral y la comunicación. Sus desavenencias con el marketing comercial son más fuertes que sus afinidades. Se conoce de él mucho más el mito que el método. No es cierto que el marketing político construya campañas vacías y cosméticas, centradas en la apariencia. Por el contrario, las campañas que hacen los buenos consultores tienen poderosos contenidos, guardan muy celosamente las identidades históricas de los partidos, respetan la personalidad de los candidatos y proponen ofertas razonables y orientadas al desarrollo de los países.”
La
Wikipedia aporta una
definición diferente pero que también sitúa la disciplina en el
terreno de las técnicas aplicables a las campañas políticas:
“La mercadotecnia política es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gestión y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional.”
“La mercadotecnia política es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gestión y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional.”
Javier
Sánchez Galicia, en su entrada sobre marketing político en el Diccionario Enciclopédico de Comunicación Política, repasa
varias definiciones acerca del término. Si bien coinciden en que el marketing
político estudia el mercado político y la presentación en ese mercado de una
oferta, difieren en considerar la disciplina como una aplicación de conceptos
propios de la mercadotecnia comercial o como una producción de conceptos
propios y específicos de la política.
Historia del marketing político
Existe
cierto razonable consenso profesional en considerar que la historia del
marketing político moderno comienza a mediados del siglo 20 en los Estados
Unidos de América. De esta manera su desarrollo inicial está influido
significativamente por el sistema político, la economía, la cultura, el
dispositivo electoral y el funcionamiento de los medios de comunicación de
dicho país.
En
aquellos años 50 del siglo pasado se gestaba el comienzo de la revolución
científico-técnica, un gigantesco proceso cuyos acelerados efectos cambiarían
para siempre la vida cotidiana en nuestro planeta.
Un aspecto crucial de aquella revolución, todavía en marcha, fue y sigue siendo la transformación de los medios masivos de comunicación.
Un aspecto crucial de aquella revolución, todavía en marcha, fue y sigue siendo la transformación de los medios masivos de comunicación.
La radio
ya había sido usada en materia política (recuérdese por ejemplo el enorme papel
de los mensajes de De Gaulle desde
la BBC de Londres durante la Segunda Guerra Mundial).
También
el cine (desde el “realismo socialista” impulsado por Stalin a cierta cinematografía
alemana inspirada en Goebbels y Hitler).
Y por
supuesto los periódicos (a lo largo de todo el siglo XX, y con especial
criterio a partir de la “Iskra” de Lenin, una publicación concebida como agitadora,
propagandista y organizadora de masas).
Pero la
televisión fue el gran salto adelante a mediados del siglo 20.
Dwight
Eisenhower fue, en 1952, el primer candidato presidencial que
contrató a una agencia publicitaria para crear su campaña
electoral en televisión. También en Estados Unidos, la década del 50
del siglo pasado vio el nacimiento de las campañas políticas negativas que
buscaban desacreditar al candidato rival. Y poco después surgieron los debates
presidenciales en televisión, el más célebre de los cuales fue el realizado en
1960 entre Richard Nixon y John F. Kennedy.
Joseph Napolitan trabajó
en aquella campaña electoral de Kennedy y se convirtió en el padre de la
consultoría política moderna. Durante aquellos años 60 los consultores
políticos ganaron terreno rápidamente como especialistas en marketing político
y figuras decisivas para los candidatos y las campañas.
Con los
años la profesión
de consultor político ganó terreno y comenzó a expandirse fuera
de las fronteras de los Estados Unidos. A partir de los años 80 del siglo
pasado el marketing político cobró gran impulso, de la mano de los consultores
políticos, tanto en América Latina como en Europa Occidental. Y ya en los 90
esa influencia se expandió a Europa Oriental y a países emergentes de África y
Asia.
Al
comenzar el siglo 21 la vida cotidiana de la humanidad sigue cambiando
aceleradamente y surgen nuevos modos de vivir y comunicarse a través de
internet. El nuevo universo de páginas web, blogs, publicaciones digitales,
email, foros y redes sociales es un desafío para los consultores y el marketing
político.
En la
campaña presidencial de 2008 de Barack Obama todo ese mundo digital confluye de modo
estratégico y comienza a instalarse con mucha fuerza el concepto de marketing
político digital.
La
historia del marketing político va integrando nuevas herramientas técnicas al
mismo tiempo que las herramientas tradicionales no son desechadas sino
adaptadas y puestas en valor. Simultáneamente el marketing político va
construyendo nuevos perfiles de actuación al tiempo que se integra en diversas
sociedades y culturas del planeta.
Elementos del marketing político
El
marketing político actual se concibe claramente al visualizar los 4 elementos
centrales que lo componen y caracterizan. Esos 4 elementos principales son:
1. Investigación
cualitativa y cuantitativa del mercado electoral
2. Campañas que recurren a servicios
profesionales de consultoría política
3. Enfoque gerencial de las campañas
electorales para administrar
mejor los recursos (que son siempre limitados)
4. Comunicación
política altamente profesional en su estrategia, diseño y
ejecución
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