sábado, 4 de noviembre de 2017

Consejos para tu primer día de trabajo

No hay decálogos mágicos ni recetas milagrosas. Pero es cierto que el primer día de trabajo es fundamental para que jefes y compañeros se lleven una buena impresión de ti. Lejos de tratar de impresionarles, bastará con que ese día no metas la pata. Te contamos algunos consejos. Ojalá la información que aquí te damos te resulte útil. Significará que empiezas en un nuevo trabajo.
He aquí nuestro particular decálogo de consejos prácticos para tu primer día de trabajo:
Sal de casa con tiempo de antelación si no vas habitualmente hacia la zona donde se encuentra tu nuevo lugar de trabajo. Sería muy incómodo que el primer día te perdieras o llegaras tarde. Independientemente de que conozcas mejor ó peor el camino ten en cuenta que es recomendable que llegues al menos 15 antes de la “hora de fichar” para hacerlo con tranquilidad.
Relájate. Es tu primer día de trabajo. Ya has pasado el proceso de selección. La empresa ha demostrado que confía en ti. En el primer día de trabajo lo más importante es lo que puedas aprender.
Prepárate alguna pregunta de tipo práctico. Seguramente te van a explicar muchas cosas y lo más importante es que escuches atentamente. Pero también deberías hacer alguna pregunta ya que de esta forma demostrarás curiosidad y deseo de aprender. Toma nota si fuera necesario de lo que te digan pero no pidas que te repitan nada.
Prepara un elevator speech para contar en 30 segundos quién eres, qué hacías antes y cuál es el trabajo que vas a desempeñar en la empresa cuando te pregunten tus nuevos compañeros de trabajo.
Estudia el paisaje social y las jerarquías. Observa cómo se toman las decisiones. En todos los trabajos hay distintos grupos. Y no siempre se llevan bien. Es inevitable. No te dejes llevar por la primera impresión. Ya tendrás tiempo de identificarte más con unos o con otros.
En caso de dudas, sé conservador. Tanto en lo que digas como en lo que hagas. También en la manera de vestir. E incluso en la manera de presentarte a los demás. En cada tipo de trabajo la etiqueta dicta si debes dar la mano ó es mejor dar dos besos a las personas que te presenten. Una vez te hayas decidido por una de estas dos fórmulas, hazlo con naturalidad. Y recuerda, en caso de duda, sé conservador y opta por dar la mano.
Pregunta no sólo cuáles son tus responsabilidades sino también qué se espera realmente de ti.
Pon tu teléfono móvil en silencio. Es importante que demuestres a tus jefes que en la oficina pueden contar 100% contigo.
No seas tímido ni tampoco te esfuerces demasiado para impresionar a los demás. No es el día para ello. Además te estresará y transmitirás nerviosismo. Simplemente sé tú mismo, habla con tus nuevos compañeros y empieza a conocerlos. Por otra parte, su conocimiento de la empresa y su funcionamiento desde dentro te será fundamental. Por cierto, si los compañeros te invitan a almorzar con ellos, guarda para otro día la comida que trajiste en el tupper e involúcrate con tu nuevo equipo.
Sonríe. Por dos razones fundamentalmente. Porque tu primer día de trabajo es un momento feliz que tienes que disfrutar. Y porque una sonrisa te abrirá muchas puertas ya que la primera impresión que se lleven los demás de ti es fundamental. Recuerda que no se te va a valorar tanto por tus habilidades aún como por tu actitud. Todo el mundo quiere trabajar con alguien optimista y entusiasta a su lado.
Recuerda que es tu primer día de trabajo, no el último. No seas demasiado duro ni demasiado exigente contigo mismo porque eso te puede llegar a abrumar.

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